El cajón flamenco es un instrumento de percusión que lleva siglos en la cultura peruana y que se ha ido extendiendo al resto de países y adoptado en otras culturas.
Origen
Aunque a veces el cajón solo se asocie al flamenco, tan extendido en España, este instrumento de percusión tiene su origen en Perú en el siglo XIX, cuando los esclavos africanos decidieron crear un instrumento después de que se les prohibiese tocar los tambores para que no pudiesen comunicarse con otros esclavos mediante sus melodías.
El cajón peruano es un instrumento de percusión hecho de madera, tiene una altura de casi 50 centímetros y una base casi cuadrada. El intérprete se sienta encima de forma que sus brazos queden delante del cajón para poder tocarlo.
Fue Paco de Lucía quien trajo el cajón a Europa cuando en una gira por Perú llegó a sus manos este instrumento y lo adoptó en sus canciones. Después han sido muchos los que han decidido incluirlo en el flamenco y poco a poco se ha convertido en un imprescindible del estilo y además un objeto referente de la cultura flamenca. Por eso es que ahora es también muy conocido como cajón flamenco en vez de cajón peruano.
Con el tiempo este instrumento de percusión ha sido mejorado y en España han añadido unas cuerdas de metal dentro del cajón para conseguir un efecto distinto dentro de la caja de resonancia.
Aunque el cajón flamenco es un instrumento de percusión con el que no se pueden emitir notas distintas, sí que podemos hacer variar el sonido dependiendo de cómo y dónde golpeemos. No es lo mismo golpear con las yemas de los dedos que con la palma de la mano. Y tampoco sonará de la misma forma si tocamos en la parte alta o en la parte baja.
Cajones híbridos o electrónicos
Como muchos otros instrumentos, el cajón también se ha ido modernizando y se han adaptado a las nuevas tecnologías. Algunos ya incluyen una especie de “parches” que pueden tener decenas de sonidos distintos. En un mismo instrumento puedes tener muchos más.
El cajón ha ido evolucionando y cambiando con los años igual que otros instrumentos de percusión como el bombo o la marimba. Lo bueno de la música es eso, que no se estanca y sigue regalándolos nuevos sonidos e instrumentos.