Estás a punto de comprarte una batería y has descubierto que la maravillosa humanidad inventó las baterías electrónicas hace ya unos años. Si ya te estaba costando elegir una batería acústica ahora tienes que añadir a las opciones todas las electrónicas.
Tanto unas como otras tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles, así que antes de que hagas esa inversión en tu nuevo instrumento de percusión, vamos a exponerte aquí las principales diferencias entre las baterías electrónicas y las baterías acústicas.
El volumen de las baterías acústicas es muy alto y no se puede regular. Si vives con más personas y rodeado de vecinos lo mejor es que te compres una batería electrónica ya que puedes usarla con cascos y no molestar a nadie. Pero esto también tiene un lado negativo, y es que cuando en una canción necesites hacer dinámicas, es decir, que haya momentos de más volumen y otros de menos, no vas a poder cambiarlo. En la acústica basta con golpear más o menos fuerte para controlar esto.
Por otro lado, las baterías acústicas son más laboriosas a la hora de realizar una grabación. Hay que microfonarlo todo y a veces se cuelan sonidos de un instrumento en los micrófonos de otro. Las baterías electrónicas cuentan con puertos USB que permiten exportar el sonido directamente del instrumento sin necesidad de grabarlo externamente.
Ambas baterías ocupan espacio, no nos vamos a engañar, pero la batería electrónica es fácilmente desmontable y transportable mientras que la batería acústica es más difícil y costosa de llevar de un lugar a otro. Eso sí, la batería acústica te servirá en cualquier lugar: en un escenario, en un parque o en un local, mientras que la batería electrónica necesita estar enchufada a la corriente eléctrica para funcionar.
Las tecnologías han conseguido también algo que antes sería impensable: tocar con una batería electrónica sonidos que no son propiamente de la batería. Puedes personalizar el sonido y jugar con ritmos, mientras que la batería acústica tiene siempre los mismos sonidos. Eso también tiene una parte negativa y es que el sonido de la batería eléctrica suena más automatizado y la batería acústica más real y personal.
La sensación de tocar una batería acústica es mucho mejor que tocar las baterías electrónicas. Es mucho más real que el golpeo a las membranas de la batería electrónica y por tanto una experiencia más auténtica.
En cuanto al precio… no hay mucha distinción. Puedes comprarte baterías acústicas de muchos rangos de precio, igual que las baterías electrónicas, que comenzaron siendo muy caras pero que han ido abaratándose con el tiempo.
¿Lo tienes ahora más claro? No es una decisión fácil teniendo en cuenta que una batería es un instrumento que durará muchos años, pero seguro que después de ver los beneficios e inconvenientes de cada una de ellas sabrás elegir bien.
Además, siempre puedes comenzar a practicar sin tener batería para estar seguro de la compra.