Son muchas las canciones que han tenido éxito gracias a la intervención de la batería. La percusión es casi imprescindible en una composición: le da ritmo y fuerza. Durante muchos años los artistas han sacado temas que nos han marcado a todos y con los que hemos bailado y disfrutado en muchos momentos, aunque no nos hemos parado a pensar en el papel que tenía la percusión.
Seguramente ya conozcas la mayoría de estas canciones pero, ¿te habías fijado alguna vez en la batería? Para eso hemos preparado esta lista de 5 canciones para batería épicas que no serían lo mismo sin percusión.
My Sharona – The Knacks
La introducción de percusión de esta canción es perfecta para practicar con tu batería al ritmo que más te apetezca. Esta canción del 1979 con Bruce Gary a las baquetas nos recuerda la importancia del batería para que un buen grupo de música se convierta en un gran grupo.
Infra-rae – Art Blakey and The Jazz Messengers
El jazz es un estilo de música que originalmente se improvisaba, aunque desde hace ya unos años ya hay temas de jazz muy famosos que incluyen percusión en sus composiciones. Un buen ejemplo de ello es la canción Infra-rae en la que el ritmo va cambiando y la batería toma un papel casi protagonista.
Refuse/Resist – Sepultura
Para un grupo de metal como Sepultura una buena percusión es imprescindible para cargar con más fuerza sus canciones. En concreto la batería destaca muchísimo en su tema Refuse/Resist que está entre las 40 mejores canciones del metal.
Gone – Miles Davis
Volviendo al jazz no podemos hacer esta lista de canciones para batería sin nombrar a Miles Davis, uno de los más innovadores en la música del siglo pasado y que ha dejado una gran influencia posterior. Como compositor, sabía que la percusión era imprescindible y le daba mucho juego en su música. Como ejemplo, su tema “Gone”.
We Will Rock You – Queen
No puedes escuchar esta canción sin imitar el ritmo con tus manos. La percusión de “We Will rock you” es el ingrediente principal y posiblemente el culpable de que esta canción siga escuchándose 40 años después. Es siempre la guinda de las fiestas donde siempre acabamos pareciendo unos genios de la batería al ritmo de Queen.